San Salvador.- Óscar Arnulfo Romero, el sacerdote asesinado en el púlpito hace hace 38 años, llenó la Plaza Gerardo Barrios de San Salvador 38 años después, ya como santo. Miles se congregaron para seguir en directo el anuncio desde El Vaticano que le daba el nombramiento de San Romero de las Américas.
El religioso fue asesinado el 24 de marzo de 1980 en plena crisis política y de violencia en su país cuando él estaba posicionado con firmeza en favor de las víctimas del Ejército Salvadoreño. Seis días después, en sus funerales realizados también en la plaza pública de San Salvador, 40 personas fueron masacradas por el Ejército.
Este domingo 14 de octubre el centro de El Salvador fue el escenario de una jornada de júbilo, precedida de una procesión de cuatro kilómetros de miles de personas que acompañaron una figura de San Romero por las calles de la capital salvadoreña. El papa Francisco pronunció este domingo en el Vaticano la fórmula de canonización para San Romero de las Américas, el primer santo salvadoreño, san Pablo VI y otros cinco santos.














