El líder pesquero, Alejandro Castro, quien fue hallado muerto la madrugada del pasado jueves, fue homenajeado y despedido por sus familiares, compañeros de trabajo y amigos este viernes con muestras de rabia y la exigencia de que su muerte sea aclarada plenamente por las autoridades.

El cuerpo de Alejandro Castro, que sólo tenía 30 años de edad, fue llevado hacia el panteón de Quintero -en la costa central de Chile- por un contingente de unas 200 personas que se hacía más numeroso mientras el cortejo fúnebre avanzaba por las calles de la ciudad.
“No + contaminación, no + asesinatos, no+ ley de pesca. Los niños decimos basta”, se leía en un a pancarta sostenida por un menor de edad al lado del ataúd de Castro, quien era el secretario general del Sindicato de Pescadores S24.

Castro fue encontrado muerto en las inmediaciones de la vía del tren en el aledaño municipio de Valparaíso y según la Policía de Investigaciones (PDI), no hay indicios de que pudiera haber sido asesinado, con lo cual, se trataría de un suicidio.
Esa versión no tiene satisfechos a los familiares y pecadores artesanales que acompañaron este día al joven líder pesquero a la playa el Manzano, donde Castro solía practicar la pesca. Las dudas de los allegados a Castro crecieron este viernes cuando la Comisión Ética Contra la Tortura (CECT) difundió una supuesta fotografía del cuerpo del dirigente atado a una reja con los pies en el suelo.
De acuerdo con versiones difundidas por medios locales chilenos, Alejandro Castro había recibido amenazas de elementos de Carabineros de Chile.
©Víctor Ruiz Caballero para ruta-35.com“Mi hijo Alejandro, mi mejor guerrero, gracias. Unirnos es el mejor ejemplo que ha dejado nuestro guerrero”, dijo Erwin Conte, padre de Alejando, al pie de la tumba.
El Sindicato de Pescadores S24 se movilizaba históricamente por la grave contaminación que afecta la Bahía de Quintero causada por actividades industriales. De hecho, la pesca artesanal se limitaba a la cosecha de jaiba.
También se manifestaban con frecuencia en contra de la Ley de Pesca de Chile, con el argumento de que favorece a la pesca industrial en desmedro de los pescadores artesanales. En las últimas semanas, también protestaban por la alta incidencia de intoxicaciones en la región.
El caso de Alejandro Castro es similar al de la dirigente mapuche, Macarena Valdés, quien fue encontrada muerta dentro de su casa de la comunidad de Tranguil, en la región de la Araucanía, en 2016. Las autoridades determinaron que Valdés se había suicidado y tras una intensa lucha legal de su familia, el cuerpo fue exhumado y el caso reabierto.