La Crisis ambiental estalló en una de las principales regiones productoras de salmón en el mundo. A principios de mayo de 2016, la “marea roja” causó una mortandad de peces sin precedentes, en el archipiélago de Chiloé, al sur de Chile. Los pescadores culparon a las empresas salmoneras de causar la contaminación y el gobierno chileno se sostuvo en su postura: solo era marea roja.